El Masaje Infantil es una técnica de gran tradición en medios no occidentales. Su renombre se hizo a través de estudios utilizando el método canguro, en el que se ofrecía a los bebés ingresados en cuidados intensivos la posibilidad de mantener contacto piel con piel con la mamá o el papá todos los días.

Los resultados fueron espectaculares: disminuyeron los días de ingreso hospitalario, los bebés ganaron más peso y maduraron mejor que los que estaban en la misma situación sin ese contacto vital.

A partir de estos y otros estudios se pensó en la importancia del contacto físico y las necesidades básicas que se transmitían a través de la piel: calor, apego, soporte, contención, sensaciones quinestésicas, descarga de energía y amor. Estas ventajas se extrapolaron a los masajes a bebés sanos, observando múltiples beneficios: